Se cree que hay dos extremos culturales y, según las personas que se involucran en esta “clasificación”, no hay un punto medio, es decir, o sos “cheto” o sos “villero”. Varios estudiantes pasaron situaciones muy incomodas en las cuales fueron discriminados por su forma de vestir. Ejemplo: un chico va caminando por la calle con el uniforme de la escuela y no falta oportunidad en la que alguno les grita “cheto”. Ocurre lo mismo en sentido contrario, personas humildes en su aspecto exterior que son agredidas verbalmente por aquellos que se sienten diferentes (con una cuota mayor de poder).
martes, 1 de julio de 2008
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